Hace 10 años fue la última vez que "nos visitaron" los Vulturi…Hace 3 años deje de crecer…
Hace 2 años que no veo a Jacob Black…
Hace un año que soy novia de Nahuel y…
Dentro de 2 semanas me caso con él…y aunque lo amo, hay algo que no me deja estar tranquila… algo que me corta la respiración y no me deja dormir… ¿Me estaré equivocando?
Renesmee
*Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer.
Encontrando el amor
Jacob POV
Me sentía como el estúpido mas grande de toda la historia. Por andar sacando conclusiones precipitadas, Nessie había sido lastimada, no solo físicamente, sino emocionalmente, y esa clase de dolor es mucho más difícil de olvidar… mucho más difícil.
No me podía concentrar en nada en concreto, porque saber que Nessie me amaba y que solamente había sido mía y de nadie más… me tenía completamente ido.
—Detente.
Volteé a verla parando casi en seco el auto.
—¿Nessie? ¡Despertaste! ¿Cómo te sientes?— pregunté preocupado.
—No fue nada, solo un simple golpe— respondió volteando su mirada hacia la ventana. Huía de mí.
—Te llevare al hospital— comenté volviendo a poner en marcha el auto.
—¿Al hospital? ¿Estás loco? Recuerda que no puedo ir ahí— dijo con voz casi molesta.
¡OUH! ¡Era cierto! La condición de vampiresa no me permitía llevarla al hospital. De seguro Nessie pesaba que era un verdadero estúpido.
—Regresemos— susurró.
Di una vuelta en U y decidí regresar a la fiesta, ya que al meditarlo recordé que Carlisle Cullen se encontraba ahí y era el único que podía revisarla.
Me llevé a Nessie del lugar donde estaba la única persona que podía revisarla. Que soberano estúpido soy…
El ambiente era tenso, pesado e incomodo. Notaba como ella se removía en el asiento deseando alejarse de mí, mientras que yo me moría por estar cerca de ella. Teníamos que hablar, teníamos tantas cosas por decirnos, pero parecía que me habían cocido la boca, ya que no decía nada, no había palabra que saliera de mí.
Nos acercábamos a la casa de los Cullen y poco a poco sentí perder los estribos. Necesitaba decirle tanto…
—Ness, tenemos que hablar— musité esperando su reacción.
—No tenemos nada que decirnos— dijo sin voltear a verme.
Orillé el auto. Tenía que hablar con ella sin nadie cerca que nos interrumpiera.
—¿Qué haces?
—Ya te lo dije… necesitamos hablar— repetí.
—Pues habla contigo mismo— dijo mientras abría la puerta del mustang.
Tomé su brazo tratando de detenerla, logrando por fin que volteara a verme a los ojos.
—No… dame una última oportunidad para hablar contigo… por favor— supliqué.
Su cuerpo se relajó y después de unos minutos de vernos intensamente asintió. Solté su brazo, me bajé del auto, me acerqué a su puerta y la abrí, dándole a Nessie la mano para que bajara a mi lado. Ella no se miraba muy convencida pero lo hizo. No solté su mano, ni ella hizo esfuerzo alguno para separarnos. Simplemente me dediqué a disfrutar del roce de su piel mientras la encaminaba a un tronco en donde nos sentamos y fue hasta ese momento que ella me soltó.
—Ness, sé que metí la pata hasta el fondo— empecé.
—Más que eso— murmuró.
—Pero… necesito escuchar lo que me tenías que decir— dije.
Necesitaba escuchar de ella…. de sus labios que Taylor era hijo mió… que ella había sido solo mía.
—¿Para qué? Si ya dijiste lo que tenías que decirme. Solo déjame en paz y haz tu vida con Leah— musitó con rencor.
—Te mentí— admití apenado.
—¿Cómo que me mentiste?— preguntó con los ojos abiertos como platos.
—No estoy con ella, no estoy con nadie. Estoy solo— la miré directamente a los ojos. —Solo… cada minuto de mi vida solo… soñando contigo en aquel alba, soñando con tus besos, tus caricias…— murmuré con voz ronca.
Vi a Nessie tartamudear. Me acerqué peligrosamente a su cuerpo y tomé sus manos para colocarlas en mi pecho.
—Escucha a mi corazón que no te miente Nessie, tú eres la única para mi… la única— resalté la ultima palabra tomando una de sus manos y colocándola en boca para poder besarla.
—No entiendo nada— dijo con su rostro del color de su vestido y poniéndose de pie.
—¿Qué es lo que no entiendes Nessie? ¿Qué no puedo seguir viviendo sin ti? ¿Qué necesito escuchar de tus labios que Taylor es hijo mío?— terminé con mis nervios hechos bolas.
—¿Qué es lo que dijiste?— susurró casi chillando.
—Que necesito escucharlo de ti. ¡Lo necesito!— rogué, supliqué y casi lo grité.
—¿Me estás diciendo que pensabas que Taylor es hijo de Nahuel?— preguntó con mirada atónita.
—Pues sí— confesé avergonzado —Me estaba muriendo de rabia y de celos al pensar que habías sido suya…— murmuré con voz aun más ronca.
—¿O sea que no tenías ni idea de lo que quería hablar contigo?— preguntó sorprendida.
—No. Saqué conclusiones precipitadas… y no sabes cuanto lo siento Ness. Perdóname.
Nessie empezó a soltarse a carcajadas. La miré un poco desconcertado. ¿De qué se reía? Me acerqué de nuevo, le tomé las manos para poder meditar su rostro y empecé a ver lágrimas cayendo de sus ojos.
—¿Por qué lloras?— pregunté asustado.
—Porque eres un tonto— respondió sin dejar de llorar —Pensé que no te importábamos. Que Taylor y yo éramos un estorbo para ti.
—Eso jamás— respondí —Entonces… ¿es cierto?… Taylor… es…
—Sí— susurró lagrimeando más fuerte —Taylor es tu hijo.
Sentí mi pecho llenarse de alegría, orgullo y una extraña sensación de felicidad y confianza. Taylor era mi hijo. Mío. Fruto del amor de mi vida y mío. De Nessie y mío. Mío, mío, mío. De alguna extraña forma, sentí que amaba aun más a la mujer que sujetaban mis brazos. Tomé su rostro tiernamente y sentí que las lágrimas también corrían por mi cara.
¿Feliz? Sí… y mucho.
—Te amo Nessie… te he extrañado tanto— susurré acercándome a su hermosos labios rojos.
Fui despacio esperando su reacción a mi acercamiento, pero ella se abalanzó fieramente sobre mis labios y empezamos a comernos por completo. Éramos como un perfecto rompecabezas, ahí pertenecíamos, así es como debíamos estar… juntos. Mi mano recorrió su espalda desnuda saboreando su lengua que me exploraba desesperadamente mientras las lágrimas nos mojaban mutuamente.
—¡Oh! ¡Jake! ¡Jake!— musitaba contra mis labios mientras seguía besándola aun más fuerte —Te amo tanto.
Escuchar eso solo provocó que mi corazón palpitara aun más fuerte. La amaba y ella a mi… teníamos un hijo y una vida por delante. Por primera vez en mucho tiempo… me sentía completo.
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Renesmee POV
Jake me besaba con toda su alma y podía escuchar a su desbocado corazón palpitar como si estuviera en una carrera.
¿Cuántas veces no había soñado con ese momento? Jake me amaba. No nos consideraba a Taylor y a mí como un estorbo. Él quería estar con nosotros… y nosotros con él. Ya podía imaginarme la cara de Taylor cuando por fin pudiera conocer a su padre. Imaginarme esa escena solo causaba que las lágrimas no dejaran de caer en mi rostro. Aun tenía tantas cosas que explicarle, pero ya nada importaba, ya no existía nada que me pudiera separar de Jake… nada.
Su mano volvió a tocar mi pierna desnuda, provocando un gemido de mi parte. Lo deseaba tanto.
—Ness, eres mi vida— musitó pegándome aun más a su cuerpo.
—Y tú la mía— respondí sin dejar de besarlo y sonreír contra sus labios.
Se separó un poco de mi y me sentí un poco triste al no sentirlo tan cerca.
—Nessie quiero saberlo todo— comentó —pero antes… prométeme que ya no harás ninguna locura; que no te iras y que hablaras conmigo antes de cualquier cosa maníaca que pase por tu cabecita— susurró regalándome un beso en la frente.
—Lo prometo— juré con la mano en mi pecho y devolviéndola una sonrisa. —Nada de locuras.
—Sé porque te fuiste, Seth me lo dijo todo. —cambió su semblante a uno más serio. —Y no te reclamaré nada porque sé porque lo hiciste. ¿Pero qué fue exactamente lo que sucedió después? Yo juraba que te habías casado. ¿Dónde habías estado todo este tiempo? ¿Por qué no me dijiste que estabas esperando un hijo mío?
—Son demasiadas preguntas— comenté levantando una ceja.
—Necesito saberlo todo para poder dejarlo atrás en paz— musitó.
Él tenía razón, tenía derecho a saber que había sucedido para poder ser felices de ahora en adelante. Y si respuestas buscaba… respuestas le daría.
Coloqué mis manos a ambos lados de su rostro, me concentré y enfoqué para mostrarle todo lo que me había sucedo en este año y fracción.
Empecé desde el día que hablé con Seth, pasando por como me sentí en aquel alba que hicimos el amor, la proposición de Nahuel, mis sueños, lo que sucedió el día de la boda: la intervención de Leah, la negativa de Nahuel, su teoría de mi mortalidad y su idea de buscar a su padre. Escuche a Jake gruñir pero seguí mostrándole las imágenes sin detenerme. Mi corazón se acongojó al recordar mis malestares en la primera semana que nos habíamos ido a buscar al padre de Nahuel, al darme cuenta de que estaba embarazada. Todos mis pensamientos y mis sentimientos, mi felicidad, mi ilusión, mis ganas de correr a su lado y el miedo… miedo de que Jake no me creyera, miedo de flaquear y regresar sin mi respuesta, miedo a ser débil y no ser buena madre. Miedo por el futuro de mi hijo. También sobre mi profundo aprecio por Nahuel y Huilen que siempre estuvieron apoyándome en mi embarazo de 4 meses y sobre todo… la alegría que sentí cuando Taylor nació, el hermoso fruto de nuestro amor. No dejé nada sin mostrarle. Solo notaba su mandíbula tiesa y su respiración fuerte y profunda. Abrí los ojos al darme cuenta que ya había terminado.
—Debiste habérmelo dicho, no necesitabas mentirme… me hubiera encantado estar a tu lado cuando nació Taylor— dijo con su rostro completamente serio.
—¿Qué tal si no conseguía nada en mi viaje? ¿Para qué torturarnos así?— respondí con voz ahogada.
—Pero… ¿Mortal? Nessie, no estoy de acuerdo— dijo con su mandíbula tiesa y sus manos apretándome un poco más fuerte.
—Lo siento Jake, pero mi decisión es pasar mi vida contigo, así que no hay marcha atrás. Además tú renunciaste a tu espíritu lobo. No me puedes reclamar nada— dije con la ceja levantada.
Él suspiró y me miró fijamente a los ojos.
—¿Estás completamente segura de esto? ¿Sacrificar tu inmortalidad por mi?— preguntó golpeándome con su aliento en la cara.
—Por ti mataría… por ti moriría. ¿Qué no te diste cuenta? Yo estaba muerta sin ti. Solo cuando estuve contigo supe lo que era vivir. Cuando estuve contigo en el alba aquel día… fue cuando me di cuenta que jamás podría vivir sin ti… jamás— susurré con mi corazón palpitando como loco.
—Nessie…
No dijo nada mas, no renegó, no se quejó, no hizo nada más que besarme de nuevo y yo no podía hacer más que besarlo a él… besarlo con toda la furia y la pasión que había acumulada en mi pecho.
Jacob Black. El hombre que estuvo a mi lado en mi niñez. Quien me cuidó y me protegió aun en los más grandes peligros. El hombre que me amó desde siempre. El hombre que me hizo mujer. El padre de mi hijo. El hombre de mi vida… me besaba, me tocaba y me hacia inmensamente dichosa.
Totalmente dichosa.
Duramos unas cuantas horas en esa banca besándonos, abrazándonos, sintiéndonos el uno al otro y platicando de todo: Taylor, nuestras vidas, memorias y sin poder evitarlo llegamos a los temas de Leah y de Nahuel.
—Tenemos que hablar con ellos, se los debemos.
—Pero… tengo miedo que Leah me coma la cara y después me destroce las tripas— soltó con una enorme carcajada. Me robó una sonrisa.
—Ya Jake, en serio. Ella hizo mucho por ti y Nahuel hizo tanto por mí, que por lo menos debemos ir a darles las gracias.
—Lo sé… yo mejor que nadie lo se. Solo bromeaba. A decir verdad Leah ha cambiado mucho, es más madura y yo la quiero mucho— expresó con su mirada al suelo.
Por un momento sentí un poco de celos, pero yo sabía todo lo que ella había hecho por Jake y lo mucho que debía de estar sufriendo el día que fue a pedirme que regresara con él solo porque lo amaba y no lo quería ver destruido. Leah se merecía todo el respeto del mundo, junto con Nahuel, que aunque de carácter más dulce y sereno era parecido a Leah: dispuesto a sacrificarse por la persona amada.
—Pero no más que a ti— expresó viéndome dulcemente y colocándome otro beso en los labios.
Jamás me cansaría de besarlo y de sentir las mariposas en la estomago cada vez que me miraba de esa forma.
—Celosa— murmuró sobre mis labios.
—Tal vez— rezongué con un puchero sin separarme de sus besos.
Sonrió sin dejar de besarme y tocarme, y mientras sus grandes y cálidas manos recorrían mi espalda y acariciaban mi cabello… yo sentía hormigueo por el vientre bajo. Lo deseaba… y mucho, pero teníamos cosas que hacer, tenía que controlarme.
—Vamos de vuelta Jake— dije separándome un poco de sus labios para recargar mi frente en la suya.
—Pero no quiero dejar de besarte— contestó con un puchero
—Tenemos toda la noche para que me beses— susurré mordiéndome los labios.
—¡Y que lo digas! Lamento informarte que esta noche no dormirás…— susurró sensualmente en mi oído para después morderme el lóbulo.
Casi hiperventilo, pero traté de calmar mis nervios y sobre todo la pulsación en mi vientre.
—Vamos de vuelta semental— musité con una sonrisa.
Jake se carcajeó de nuevo, nos pusimos de pie tomados de la mano y nos dirigimos hacia el auto de vuelta a mi casa. Me sentía nerviosa de anunciar que por fin Jake y yo habíamos resuelto nuestras diferencias y por fin poderle presentar a Taylor a su padre. Me sentía totalmente ansiosa, pero desde hacía mucho tiempo que no me sentía tan feliz.
Llegamos a mi antiguo hogar y se escuchaba la música que aun resonaba por toda la casa, todos seguían de fiesta, o casi todos porque mi padre y a mi madre estaban afuera en la entrada viendo directamente hacia nosotros.
—¡Oh cielos! ¡Papá Cullen! ¡Cierto! Quedamos que me mataría en cuanto volviera— susurró solo para mí.
—Aquí nadie va a matar a nadie— dije tomándolo fuertemente de la mano —además, si papá hubiera querido matarte, no te hubiera dejado llevarme. Lo más probable es que él se diera cuenta de que no me podías llevar al hospital y que terminarías regresando— susurré para él.
—Si es así, entonces… ¿Por qué me dejó llevarte?— pregunto con cara contrariada.
—Porque le prometí a mi hija no entrometerme, ni actuar en nada— respondió acercándose con mamá tomándolo por el brazo.
—Además sabíamos que necesitaban estar solos y hablar— respondió ahora mi madre. —Cuanto tiempo Jacob— dijo ella tan hermosa y despampanante.
—Cuanto tiempo Bells— contestó Jake.
—Papá, mamá… Jake y yo…
—Lo sabemos— interrumpió mi madre —siempre lo hemos sabido, desde que te vio a los ojos cuando naciste lo supimos. Ustedes se aman y por fin van a estar juntos— terminó ella con una sonrisa en los labios.
—Sí Bells, sé que es raro y quizás algo tarde… pero… quiero pedirles la mano de Nessie en matrimonio— dijo con voz inquebrantable.
Sentí mis piernas temblar, mi corazón contraerse y las lágrimas nublaron mi vista. Jake y yo casados. Dispuestos a pasar una vida juntos.
—Oh… Jake— solté antes de lanzarme a su labios y sentirlo sonreír mientras correspondía mi beso.
Alguien carraspeo detrás de nosotros.
—¡Hey! ¡Todavía estamos aquí!— gritó papá, negando con la cabeza —igual de desesperado como siempre Jacob— nos separamos un poco apenados con nuestras manos entrelazadas.
—Me conoces Edward— dijo Jake con su hermosa sonrisa deslumbrando como siempre.
—Sí, y tú a mi. Por lo mismo sabes que si no la cuidas y la tratas como se debe… sabes lo que te haré— musitó sonriendo.
—Solo queremos verla feliz y yo sé que tú lo harás… te confió mi mas preciado tesoro— terminó mi madre suspirando.
—Gracias Edward. Gracias por todo Bella— dijo Jake acercándose a mi padre y estrechando las manos.
Yo me acerqué a mi padre y madre y los abracé a los dos al mismo tiempo.
—Muchas gracias por todo… los amo tanto— susurré sin poder evitar las lágrimas.
—Y nosotros a ti— susurró mamá, mientras papá sonreía intensamente.
Volví a donde me correspondía: al lado de Jake, y nos dirigimos a buscar a Nahuel o a Leah… al primero que nos encontráramos para poder hablar con ellos.
Tía Alice al vernos nos abrazó muy fuerte y brincaba como loca al notar que estábamos juntos de nuevo. Tío Emmett le dio un golpe en el hombro a Jake mientras le sonreía. Tía Rose se acercó sigilosamente dándome un beso en la frente y mirando a Jake intensamente a los ojos.
—Sabes que no es personal, no quise mentirte el día de la boda, yo solo hice lo que Nessie me pidió, sabes que haría lo que fuera por ella— dijo mi tía.
—Lo sé, Nessie me lo explicó ya todo… rubia oxigenada— soltó una carcajada.
—Y tú jamás dejaras de ser un mugroso perro con suerte— dijo ella.
—Sí, tal vez… pero que no te quede duda que la mejor de las suertes— dijo mirándome a los ojos provocando un rubor extremo en mi persona.
Mi abuelo Charlie estaba que no cabía de la felicidad tanto por su boda como por mi y Jake. Todo era felicidad y alegría, todos nos sonreían y eran felices por nosotros… todos… incluida la ex manada de Jake. Todos, excepto por Leah que no se miraba por ningún lado, al igual que Nahuel.
—¿Crees que se abran ido?— susurré a Jake tratando de zafarnos de un abrazo de los de la manada.
—Ni idea. Oye Seth— gritó Jake y este se acercó hacia él.
—¿No has visto a Leah? Tengo que hablar con ella.
—No, la última vez la vi por el bosque antes de que te fueras— dijo Seth y la cara de Jacob decayó un poco.
—Tú búscala y habla con ella. Yo buscare a Nahuel y hablare con él— dije poniendo mi mano en su rostro robándole un beso.
—De acuerdo— susurró.
Nos separamos muy a nuestro pesar y Jake se dirigió al bosque, mientras yo buscaba a Nahuel por la casa y no encontré rastro de él. Me dirigí al cuarto de Taylor para inspeccionar que seguía dormido y sí, ahí seguía. Hermoso y tranquilo en su mundo de sueños. Acaricié su cabello y sonreí ampliamente.
—Pronto mi amor, pronto conocerás a Jacob… tu padre.
Le coloqué un beso en la frente y me dispuse a salir del cuarto cuando me encontré con Huilen en la puerta.
—Hola Ren, así que por fin podrás ser feliz— dijo ella.
—Al parecer así es— inmediatamente la abracé muy fuerte.
—Muchas gracias por todo Huilen— ella correspondió mi abrazo
.
—De nada pequeña… de nada— susurró alejándome un poco.
—Oye… ¿no habrás visto a Nahuel? Necesito hablar con él. — Pregunté nerviosa.
—No lo he visto, la última vez me pareció que andaba por el bosque.
—Ah, gracias— respondí y bajé a buscar a Nahuel en el bosque.
Y me puse a toda prisa a buscar por el bosque a mi mejor amigo.
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Jacob POV
Estaba oscuro así que había llevado una lámpara, ya que mi vista no era tan buena como cuando era lobo, pero en fin… me encontraba buscando por los alrededores cuando alcancé a distinguir un gemido.
Me di prisa asustado por que quizás Leah estuviera llorando o quizás lastimada. Así que me apresuré a acercarme y en eso sentí que alguien me tomó del brazo.
— ¿Nessie?— pregunté reconociendo su olor apagando la lámpara para no encandilarla.
—Si, Nahuel también anda por el bosque— musitó.
—Acabo de escuchar un quejido, me temo que sea Leah— comenté con preocupación en mi voz
—Pues démonos prisa— susurró ella.
Me tomó de la mano dirigiéndome, corriendo a mi paso. El sonido se escuchaba más fuerte. Eran dos voces mezcladas.
Me asusté mucho, quizás Leah se encontraba en problemas mientras que todos los demás andábamos felices y festejando. Distinguimos unas siluetas e inmediatamente prendí la lámpara y fue cuando los vimos…
Nahuel y Leah estaban desnudos luchando el uno sobre el otro, besándose hasta el momento que mí lámpara los iluminó y provocó que se separaran. Apagué la lámpara avergonzado y Nessie no decía palabra alguna… habíamos llegado en un muy mal momento.
—Lo… sentimos— susurró ella —estábamos preocupados por ustedes… no teníamos idea— ella se miraba totalmente apenada y su mirada miraba hacia un lado.
—Pero… ¿Qué demonios?— expresé yo. No pude evitarlo.
—¡Imprimados genio!— soltó Leah.
— ¿Qué?— musitamos Nessie y yo al unísono.
—Pero… ustedes ya se habían visto…— murmuró Nessie consternada.
—De lejos y jamás a los ojos— explicó Nahuel.
—Vaya… que sorpresa tan más extraña— solté con una carcajada.
—Ahora si no les molesta… me gustaría que se largaran y nos dejaran a nosotros también seguir siendo felices— soltó Leah.
—Sí, claro. ¡Vámonos Jake!— dijo Ness sujetándome fuerte del brazo y jalándome de vuelta a la casa.
Yo la seguí sin dudar, había sido una extraña escena esa de ahí. Cuando estuvimos lo suficientemente alejados de ellos fue que nos soltamos a carcajadas.
—Parece que por fin encontraron el amor— dijo Ness con una sonrisa.
—Al igual que nosotros— musité abrazándola por la espalda.
—Sí… y al parecer lo estaban disfrutando— soltó Ness entre una carcajada.
—No más que lo que disfrutaremos nosotros esta noche— susurré besando su cuello.
—Jake— dijo mi nombre en un gemido.
—No volvamos a la fiesta— le pedí —vámonos a mi casa.
—A donde quieras… contigo hasta el mismo infierno si quieres— soltó volteándose y besándome intensamente
—No te me escaparas— gruñí acariciando su espalda.
—No pretendo escapar— dijo ella sensualmente provocando una enorme sonrisa en mis labios.
Así que nos dirigimos a su auto y tomamos camino hacia mi casa. Esa noche me dedicaría a hacerla mía. Me dedicaría a hacerle el amor como nunca.
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¡Hola gente bonita! Aquí el penúltimo capitulo. Muchas gracias a todos por su apoyo, en serio. Y para los que no se habían dado cuenta… ¡LEAH Y NAHUEL! Hahaha muchos no se dieron cuenta en el capítulo. Ya como lo prometí: felices para siempre. En serio que muchas gracias y nos leemos ya en el siguiente capitulo que será el último para complementar ya: Contigo en el alba… los amo.
Me siento triste de terminar con esta historia que me dejó experiencias hermosas que ni siquiera puedo expresar. En serio que muchas gracias por todo su apoyo.
Kokoro
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*Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer (Exceptuando por Taylor... que es producto de mi imaginación
4 comentarios:
Simplemente hermoso capitulo Kokoro cuanto amor!!! GRACIAS Coka por publicar tan hermosa historia. Espero ansiosa el capitulo final :D
Kokoro! Es un excelente capitulo!!! Me encanto el reencuentro!!!
Es fantástico lo de Leah y Nahuel!!! Me encanta esa pareja los dos luchan por lo que aman, como no lo pude ver antes si son el uno para el otro!!! Me fascino!!
Me muero por ver el encuentro de Taylor y Jacob!!! Verlos juntos como padre e hijo!! Todos como una gran familia!!!
Lo unico que me pone un poco triste es que Nessy y Jacob ahora son humanos y tarde o temprano ya no estarán en la vida de Tay
Se que es una gran familia y que el nunca estará solo, pero si me da tristeza...
Espero que a Leah y Nahuel no les pase lo mismo =( a lo mejor los semivampiros no afectan a la manada, si que es todo un lió ese!
Es una maravillosa historia Kokoro!!!
Siempre es difícil despedirse de la buenas historias... Lo fantástico es que siempre están hay para nosotros!!
Muchas gracias por tu tiempo y tu dedicación Kokoro! Me has iluminado el alma con tu hermosa historia!
Un fuerte abrazo...
Nancy Q.
Que bonito capítulo Kokoro, me encanta que estos dos por fin pudieron hablar y aclarar todo para que puedan ser felices, ya se merecían estar así de dichosos.
Leah y Nahuel wooww no me lo esperaba, pero me encanto siempre fueron muy buenos con ellos, siempre buscando la felicidad para Jake y Nessi que se merecen ser felices también ellos y que mejor juntos.
Ahora solo falta que Jake pueda conocer y abrazar a su hijo para que su felicidad sea completa.
Mil gracias Kokoro y a esperar el siguiente capítulo... Besos
Donde leo los primeros capitulos?? Porfaaa..que alguien me guie..mueroooo..
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